7 de agosto de 2014

Presentación


Es claro que no existen fórmulas para comprender una obra de arte, pero en este breve curso nos basaremos en tres elementos que nos ayudaran a disfrutar mas de la experiencia estética: el conocimiento del marco historico, el análisis de la imagen y la confianza en nuestra propia sensibilidad como espectadores. 
1- El contexto histórico determina el tipo de imagen creada, la técnica o materiales utilizados y el tema, entre otras cosas. Al crear su obra, el artista está inserto en un momento y lugar específicos que determinan los elementos que aparecerán en el producto final. Algunos artistas pretenden alejarse de los cánones de producción pero todos, de un modo u otro, responden a los parámetros de su propio tiempo.
 

2-  El análisis de elementos formales es la consideración de algunos datos que conforman la imagen: el tipo de espacio, los ejes, el tema nos darán cuenta de la época en que la obra fue realizada. Por ejemplo, la perspectiva como la conocemos no existió en la pintura hasta el siglo XV. Hasta entonces, el espacio fue bidimensional e irrecorrible y las figuras planas, sin volumen. También usamos esta herramienta para poder observar con mayor detenimiento la pintura, entender las decisiones tomadas por el artista y así poder conectarnos con el momento mismo de la creación.
Sobre el acto de pintar y exponer su obra, algunos artistas dijeron:
"El arte es una respuesta a la vida. Ser artista es emprender una manera riesgosa de vivir, es adoptar una de las mayores formas de la libertad, es no hacer concesiones. En cuanto a la pintura, es una forma de amor, de transmitir el amor a través del arte" (Antonio Berni, en Clarín, Diciembre de 1981)
"Un cuadro cobra vida ante la presencia de un espectador sensible, en cuya conciencia se desarrolla y crece. Sin embargo, la reacción del espectador también puede ser letal. De ahí que el hecho de traer un cuadro al mundo constituya un arriesgado y cruel atrevimiento." Mark Rothko.
3- Explorar la sensibilidad: Cada espectador cuenta con una experiencia de vida, gustos y sensibilidad únicos. Es importante utilizar estos elementos y darles valor a la hora de enfrentarnos al arte. También es útil ser precisos y honestos cuando aceptamos o rechazamos una obra, e intentar explicar por qué lo hacemos. Cuando nos acerquemos a visitar una muestra de arte, debemos tomar una actitud de respeto hacia la obra abordada e intentar buscar una forma de compromiso para con ella desde la mirada y luego desde la interpretación, siempre comprendiendo que nuestra mirada, contando o no con un saber académico, es absolutamente válida.

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